sábado, 14 de marzo de 2015

La crisis económica en España

Se conoce como crisis económica española de 2008 a 2012 al deterioro que ese año se empezó a advertir en los principales indicadores macroeconómicos y cuyas consecuencias se han extendido en el tiempo hasta la actualidad, no sólo en el plano económico sino también en el político y el social.
El 9 de agosto de 2007 es la fecha que los analistas señalan como el inicio de la crisis económica a escala mundial. Ese día, como consecuencia de la crisis de las hipotecas subprime, se producen las primeras quiebras importantes de entidades financieras estadounidenses dedicadas al crédito hipotecario y a la titulización de activos. En Europa, uno de los principales bancos, el BNP Paribas, suspende varios fondos de inversión por la falta de crédito en el sistema. La venta masiva de títulos de otros sectores llevada a cabo por las entidades financieras para obtener liquidez provoca que las bolsas de todo el mundo sufran fuertes caídas. Ante esta situación, la FED, el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra acuerdan de forma coordinada inyectar 400.000 millones de euros para generar liquidez.
Por esas fechas, en España, la situación económica empieza a alertar sobre el estallido de la burbuja inmobiliaria. Ya en abril de 2007, el grupo inmobiliario Astroc sufre el mayor crash de la bolsa española, y en octubre de ese año, otro grupo inmobiliario, Llanera, presentasuspensión de pagos.
En cambio, la situación política de ese momento es de precampaña electoral, con la vista puesta en las elecciones generales de marzo de 2008. El gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, con Pedro Solbes al frente del Ministerio de Economía, propone medidas de gran calado social y de alto impacto económico, como el cheque-bebé en julio de 2007 (2500 euros por cada nuevo hijo nacido), al mismo tiempo que se asegura que la situación económica española se encuentra «en la Champions League de la economía mundial».
A principios de 2008, durante los últimos meses de la primera legislatura de Zapatero, se dan a conocer varios datos que alertan sobre un notable deterioro de la situación económica española. La inflación se dispara hasta niveles no vistos en doce años, lastrada por el encarecimiento del petróleo y los alimentos básicos; el desempleo empieza a despegar con casi cuatrocientos mil parados más que al comienzo de la legislatura; se observan caídas en el consumo de los hogares, las ventas del comercio al por menor, el índice de producción industrial, la matriculación de vehículos, el número de hipotecas concedidas, la recaudación por IVA, etc. Solbes ve «enormemente exagerado» decir que España está en crisis, aunque asegura que el país no volverá a tener superávit hasta 2011.
Desde el gobierno se tiende a relativizar los datos económicos adversos y a negar de forma tajante cualquier indicio de crisis económica. Zapatero califica en varias ocasiones de «antipatriotas» a aquéllos que alertan de una posible crisis económica. Al mismo tiempo continúa haciendo promesas electorales de gran impacto económico, como la devolución de 400 euros a todos los contribuyentes del IRPFen caso de ser reelegido. Sin embargo, el deterioro de la economía no pasa desapercibido y desde el gobierno se comienza a utilizar el término "desaceleración" para referirse al inicio de la crisis sin nombrarla.
Tras una campaña electoral en la que uno de los eslóganes principales del PSOE es «Por el pleno empleo. Motivos para creer.», Zapatero gana las elecciones de marzo de 2008, aunque no con mayoría absoluta. El primer plan de medidas que aprueba el nuevo gobierno para atenuar la desaceleración de la economía española es una inyección de 10.000 millones de euros, 6.000 de ellos destinados a la rebaja tributaria de 400 euros prometida antes de ganar las elecciones. Pedro Solbes, que sigue como ministro de Economía y Hacienda a petición de Zapatero, empieza a mostrar discrepancias sobre el gasto del gobierno y reconoce que esta deducción agota el margen de maniobra para tomar nuevas medidas a corto plazo.
Durante los meses siguientes se conocen más datos de destrucción de puestos de trabajo y de caídas de afiliación a la seguridad social. El gobierno debe rebajar sus previsiones de crecimiento económico para 2008, pero mantiene que «en 2009 saldremos del bache». Zapatero sigue sin reconocer la crisis económica, a la que denomina «desaceleración transitoria ahora más intensa» o «debilidades económicas», y destaca los logros económicos conseguidos durante la legislatura anterior sin descartar la aplicación de nuevas medidas de estímulo. A finales de mayo de 2008, el euríbor supera por primera vez el 5%, lo que supone un encarecimiento de la cuota mensual de las hipotecas.

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