sábado, 14 de marzo de 2015

Falsas democracias

Ningún continente se salva, Venezuela, Rusia, Irán o Bielorrusia tienen algo en común con Túnez o Egipto. Tras cortinas como las elecciones o la supuesta separación de poderes, se encuentran sistemas que de democráticos tienen poco. Las revueltas en Túnez y Egipto nos han enseñado a mirar más allá de lo que dice la diplomacia.

Durante 30 años, Egipto y Occidente han mantenido una buena relación. Hasta que desde hace dos semanas las protestas populares han dejado más claro que nunca que los egipcios no están satisfechos con su presidente, el octogenario Hosni Mubarak. 

Pero ni Egipto y ni Túnez son los únicos países que esconden - y de vez en cuando muestran- tendencias autoritarias tras una imagen internacional de supuesta democracia. La diplomacia puede hacer que países que no respetan las libertades mínimss, se conviertan en partícipes de la escena política. El caso de Túnez era "una dictadura apenas encubierta", dice Carlos Parker en el diario chileno elmostrador.cl. El ex embajador de Chile en Rumanía concreta que el caso egipcio es bien diferente, con "un sistema político en apariencia más libre y competitivo". 

Así que parece que hay que ir un poco más allá, por ejemplo a Venezuela. Aunque el país declara mantener unos mínimos democráticos, “el sistema venezolano es más próximo a un sistema dictatorial”, explica Maria Eugenia Rodríguez, profesora de Filosofía del Derecho en el Instituto Bartolomé de las Casas de la Universidad Carlos III.
 

Entre Egipto y Túnez: Libia. Muammar al-Gadafi es el Jefe de estado libio desde 1969. La forma de gobierno que en el país árabe se aplica en la ‘Jamahiriya’. Un sistema único en el mundo y supuestamente democrático. “En la práctica, un estado autoritario”, sentencia el World Fact Book de la CÍA. Por si no es suficiente, en Libia no hay partidos políticos opositores, lo que le hace ser uno de los casos más claros de autoritarismo. 

Si nos dirigimos al sur en el continente negro, el panorama se agrava. Son muchos los regímenes autoritarios, aquí destacamos los casos de Sudán y Angola. En el primer caso, es conocida en todo el mundo la limpieza étnica que se hizo y los millones de personas tuvieron que desplazarse a países vecinos. El referéndum de autodeterminación que se acaba de realizar en el sur del país, no es más que “una concesión de Sudán al mundo”, dice Rodríguez, que también investiga los mecanismos de democratización. 

La libertad de prensa es uno de esos termómetros que indican la salud política de un país, al fin y al cabo, cuando la gente puede votar lo hace en función de las noticias que le han llegado. Un derecho que pasa a ser de bajo perfil en Sudán, donde la ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) lo sitúa en la posición 172 de los 178 países de lista. Y otro factor importante, "en Sudán los jueces son también líderes religiosos", explica Rodríguez, lo que no suele ser un buen síntoma para el país.

Bienvenido, Mister Marshall

Es la comedia en la que se ridiculizan más las instituciones que los individuos, en la que se airean los tópicos de una cierta imagen de la España tradicional y en la que no hay límites claros para la crueldad o el esperpento.  Julio Pérez Perucha, uno de los historiadores del cine español más sabio, y agudo analista de la obra de Berlanga, ha creído ver en su cine una apuesta por los que sería una comedia nacional y popular, con una elevada dosis de crítica social.
Bienvenido Mister Marshall (1953), es uno de los momentos cumbre de la historia de la cinematografía hispana. En opinión de muchos son los 75 minutos más importantes del cine español.  La película tuvo una gran acogida en el Festival de Cannes de 1953, donde recibió, entre otros, el premio del Sindicato Nacional del Espectáculo, el premio a la Mejor Película de Humor, y una mención especial al guión de la FIPRESCI (Federación Internacional de Críticos Cinematográficos). Fueron muchos quienes elogiaron a Luis García Berlanga como coautor de tan significativo trabajo, del que algunos dijeron que era el primer filme español con categoría internacional.
Don Pablo (interpretado por un magnífico José Isbert), alcalde de Villar del Río, recibe de sus superiores la notificación de que una delegación americana visitará su pueblo, dispuesta a satisfacer sus necesidades más perentorias. Para ello será preciso una calurosa acogida. Con la ayuda de un avispado representante artístico, y de la cantante Carmen Vargas, el pueblo se afana en diversas actividades destinadas a causar buena impresión a los visitantes. La ansiedad sentida por los campesinos contrasta con el recelo de las fuerzas vivas, para quienes los americanos representan un peligro. Los visitantes de Villar del Rio recrean sobre la almohada sus temores y sus deseos, registrando una lista de peticiones personales que harán sus supuestos benefactores. Cuando todo está preparado, el pueblo embellecido, los lugareños acicalados, la banda de múscia lista, y llega el gran día, los americanos pasan de largo.
Desde la simplicidad que su argumento presupone, la película de Berlanga y Bardem es una mordaz crítica contra el gobierno norteamericano de mediados del siglo pasado. Además, muestra también las características esenciales de la España de entonces, dominada por el régimen franquista. Los personajes diseñados por ambos, representan todos los estereotipos de aquella época, por un lado el poder, representado por el alcalde, el cura y las fuerzas vivas (boticario, hidalgo, comerciantes, maestra), y por otro el pueblo (casi todos agricultores y ganaderos). Desde el punto de vista social se ha captado la idiosincrasia; el hecho de que el alcalde esté algo sordo no es casual, el miedo al Delegado tampoco, que el cura sea algo cotilla, que la maestra esté soltera y necesite la ayuda del listillo de la clase… El papel subordinado de la mujer se refleja en su poca presencia, y la escasa intervención que por ejemplo tiene la tonadillera.
Berlanga critica, además del evidente hecho de que los integrantes del pueblo de Villar del Río quieran aparentar algo que no son, que el cine de “la españolada” muestre unas características tan estereotípicas de este país que además de reduccionistas, se presentan como distracciones de una realidad social nada armónica. CIFESA, se interesaba por entretener más que por reflejar la realidad española de su momento. Así como el pueblo de Villar del Río se disfrazaba para complacer y engañar a los americanos, así CIFESA disfrazaba la realidad social para complacer y engañar a los espectadores de la época, desviando la atención de los problemas reales. De este modo, en Bienvenido encontramos muchos elementos esperpénticos, que lo que hacen, además de parodiar y criticar la tradición española, es proyectar esa vida miserable de España de la que tanto habló Valle-Inclán, pues Berlanga no escatima en gastos para evidenciar no sólo el atraso y la pobreza de Villar del Río sino la mentalidad de sus habitantes. En efecto: “el delegado viene a decir que se disfracen para celebrar la generosidad del plan Marshall, para mostrar su alegría, pero, y ahí está el posible juego agridulce, el pueblo entiende y asume que en realidad lo hacen para ocultar la realidad de su miseria”.
Planteada en clave de comedia no exenta de tintes amargos, la segunda producción de Berlanga alcanza una dimensión alegórica mucho más amplia que “Esa pareja feliz” (1951), al utilizar ese pueblito castellano anhelante de los dones concedidos por los norteamericanos como parábola de un país dispuesto a transformar su identidad. Destaca también por su labor metalingüística, respecto a las esencias del cine español de aquel momento, al burlarse no sólo de los géneros y modelos dominantes, sino al ser capaz de insertarse sin rupturas en la textura de aquél.
Ambos autores sentían una gran admiración por Miguel Mihura, célebre dramaturgo español, y no dudaron en poner en sus manos el primero de los guiones de Bienvenido. El estudio sobre Miguel Mihura de Fernando Lara y Eduardo Rodríguez Merchán para la SEMINCI de Valladolid fue el primero que reveló las aportaciones del escritor. Lara y Rodríguez muestran y demuestran las habilidades de la sabia mano de Mihura en la versión final del guión, donde varias escenas fueron modificadas por él mismo, como la célebre del discurso del alcalde en el balcón, que incluiría el mítico “como alcalde vuestro que soy, os debo una explicación…”
Más de cincuenta años han transcurrido desde que Bienvenido Míster Marshall, la impagable película de Berlanga, consiguiera sintonizar con los espectadores de nuestro país y propusiera una forma de entender el hecho fílmico, con lo cual demostraba que renovación y reconocimiento podían ir de la mano. Más de cincuenta años tras los que, pese a la gran transformación socio-económica, la metáfora sigue plena de vida y ha viajado hasta el ahora para permitirnos repensar sus múltiples significados

sección femenina de la falange

La Sección Femenina fue constituida en 1934 como la rama femenina del partido político Falange Española (luego, durante el Franquismo, la FET de las JONS) y se disolvió en 1977, tras la muerte del General Franco y la consiguiente liquidación de su régimen. Fue dirigida desde su constitución hasta su liquidación por Pilar Primo de Rivera y Sáenz de Heredia, hermana deJosé Antonio, el fundador de Falange. Impregnada su Jefa Nacional de un ferviente catolicismo, la Sección Femenina adoptó las figuras de Isabel la Católica y Santa Teresa de Jesús como modelos de conducta y símbolos de su acción. 
Durante la Segunda República española, las militantes de la Sección Femenina realizaron tareas de apoyo a la militancia masculina del partido, especialmente visitas a los presos del partido y a sus familias, así como tareas de enlace entre los presos y la calle (mensajes, consignas, etc.).
Durante la Guerra Civil española se dedicaron a prestar apoyo a las familias de los caídos del bando nacional en la lucha, además de sus tareas anteriores en la retaguardia republicana, y fueron progresivamente adquiriendo protagonismo en la retaguardia de las poblaciones conquistadas por los sublevados, organizando espontáneamente la asistencia básica a la población (ranchos de comida para los niños, ropa, sanidad, reparto de cartillas de racionamiento...), en competencia velada con el Auxilio de Invierno creado para estas funciones por Mercedes Sanz Bachiller. Su confirmación institucional les llegó en 1937, cuando el General Franco les entregó el control exclusivo del recién creado Servicio Social de la Mujer, émulo fascista del Servicio Militar masculino y, como éste obligatorio.
En los primeros años del franquismo se consolidó su papel institucional, al serles encomendado el Auxilio Social (heredero del Auxilio de Invierno) y sobre todo, el control exclusivo de la formación femenina, centrada sobre todo en la instrucción de las jóvenes para ser buenas patriotas, buenas cristianas y buenas esposas.
Franco les llegó a ceder un Monumento Nacional, el Castillo de la Mota de Medina del Campo (Valladolid), como sede central de la Sección Femenina.

La crisis económica en España

Se conoce como crisis económica española de 2008 a 2012 al deterioro que ese año se empezó a advertir en los principales indicadores macroeconómicos y cuyas consecuencias se han extendido en el tiempo hasta la actualidad, no sólo en el plano económico sino también en el político y el social.
El 9 de agosto de 2007 es la fecha que los analistas señalan como el inicio de la crisis económica a escala mundial. Ese día, como consecuencia de la crisis de las hipotecas subprime, se producen las primeras quiebras importantes de entidades financieras estadounidenses dedicadas al crédito hipotecario y a la titulización de activos. En Europa, uno de los principales bancos, el BNP Paribas, suspende varios fondos de inversión por la falta de crédito en el sistema. La venta masiva de títulos de otros sectores llevada a cabo por las entidades financieras para obtener liquidez provoca que las bolsas de todo el mundo sufran fuertes caídas. Ante esta situación, la FED, el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra acuerdan de forma coordinada inyectar 400.000 millones de euros para generar liquidez.
Por esas fechas, en España, la situación económica empieza a alertar sobre el estallido de la burbuja inmobiliaria. Ya en abril de 2007, el grupo inmobiliario Astroc sufre el mayor crash de la bolsa española, y en octubre de ese año, otro grupo inmobiliario, Llanera, presentasuspensión de pagos.
En cambio, la situación política de ese momento es de precampaña electoral, con la vista puesta en las elecciones generales de marzo de 2008. El gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, con Pedro Solbes al frente del Ministerio de Economía, propone medidas de gran calado social y de alto impacto económico, como el cheque-bebé en julio de 2007 (2500 euros por cada nuevo hijo nacido), al mismo tiempo que se asegura que la situación económica española se encuentra «en la Champions League de la economía mundial».
A principios de 2008, durante los últimos meses de la primera legislatura de Zapatero, se dan a conocer varios datos que alertan sobre un notable deterioro de la situación económica española. La inflación se dispara hasta niveles no vistos en doce años, lastrada por el encarecimiento del petróleo y los alimentos básicos; el desempleo empieza a despegar con casi cuatrocientos mil parados más que al comienzo de la legislatura; se observan caídas en el consumo de los hogares, las ventas del comercio al por menor, el índice de producción industrial, la matriculación de vehículos, el número de hipotecas concedidas, la recaudación por IVA, etc. Solbes ve «enormemente exagerado» decir que España está en crisis, aunque asegura que el país no volverá a tener superávit hasta 2011.
Desde el gobierno se tiende a relativizar los datos económicos adversos y a negar de forma tajante cualquier indicio de crisis económica. Zapatero califica en varias ocasiones de «antipatriotas» a aquéllos que alertan de una posible crisis económica. Al mismo tiempo continúa haciendo promesas electorales de gran impacto económico, como la devolución de 400 euros a todos los contribuyentes del IRPFen caso de ser reelegido. Sin embargo, el deterioro de la economía no pasa desapercibido y desde el gobierno se comienza a utilizar el término "desaceleración" para referirse al inicio de la crisis sin nombrarla.
Tras una campaña electoral en la que uno de los eslóganes principales del PSOE es «Por el pleno empleo. Motivos para creer.», Zapatero gana las elecciones de marzo de 2008, aunque no con mayoría absoluta. El primer plan de medidas que aprueba el nuevo gobierno para atenuar la desaceleración de la economía española es una inyección de 10.000 millones de euros, 6.000 de ellos destinados a la rebaja tributaria de 400 euros prometida antes de ganar las elecciones. Pedro Solbes, que sigue como ministro de Economía y Hacienda a petición de Zapatero, empieza a mostrar discrepancias sobre el gasto del gobierno y reconoce que esta deducción agota el margen de maniobra para tomar nuevas medidas a corto plazo.
Durante los meses siguientes se conocen más datos de destrucción de puestos de trabajo y de caídas de afiliación a la seguridad social. El gobierno debe rebajar sus previsiones de crecimiento económico para 2008, pero mantiene que «en 2009 saldremos del bache». Zapatero sigue sin reconocer la crisis económica, a la que denomina «desaceleración transitoria ahora más intensa» o «debilidades económicas», y destaca los logros económicos conseguidos durante la legislatura anterior sin descartar la aplicación de nuevas medidas de estímulo. A finales de mayo de 2008, el euríbor supera por primera vez el 5%, lo que supone un encarecimiento de la cuota mensual de las hipotecas.

Fraude electoral

El fraude electoral es la intervención deliberada en un proceso electoral con el propósito de impedir, anular o modificar los resultados reales. Uno La concreción electoral del caciquismo era tan sólo una de las múltiples formas de manifestarse la influencia de los caciques en una sociedad de clientelas, aún cuando fue la principal característica. En un sentido amplio, la estructura de clientelas en la sociedad española no se creó en la época de la Restauración, sino que hunde sus raíces mucho más atrás. Fue a mediados del siglo XIX cuando, por medio de la venta de bienes desamortizados, el clientelismo rural adquirió una dimensión nueva, al afirmarse en el marco de una economía de mercado. Desde ese momento se fueron decantando las formas de relación social que, con la implantación del Estado liberal canovista, confluyeron para configurar el modo normalizado de funcionamiento político. El sistema caciquil tuvo, según todos los indicios, su principal fortaleza en el mundo agrario, aunque también actuara, en menor medida, en el urbano. Dentro de una España predominantemente rural, las tierras de la Meseta central y del Sur de la Península resultaron ser el campo abonado donde creció con mayor comodidad el caciquismo, al que dirigieron ya desde finales del siglo XIX críticas más violentas los hombres que pretendían reformar la política nacional.
de los más habituales en España era el caciquismo:
El caciquismo se consolidó en España durante la Restauración (1874-1923). Los caciques se encargaban de controlar los votos de todas las personas con capacidad de voto de su localidad, lo cual era la base de la alternancia política que la Restauración demandaba. Los caciques son personas con poder económico, que cuentan con un séquito (gente que trabajan para él) formado por grupos armados, capaces de intimidar a sus convecinos que saben que si las cosas no transcurren según los deseos del cacique pueden sufrir daños físicos.
El régimen liberal español estuvo en todo momento, hasta la ruptura que significó la Segunda República, y salvo breves y dudosos períodos intermedios, dominado en cuanto se refiere a los procesos electorales por el fraude y el abstencionismo generalizados. El caciquismo era, además de un sistema de estructuración de la sociedad nada igualitario, una vía para poner en relación al mundo urbano, donde se tomaban las decisiones políticas, con el rural, es decir, con la mayor parte del país. A través de las clientelas caciquiles llegaba hasta los lugares más recónditos de la geografía española algo parecido a la autoridad.
A pesar de lo que pudiera parecer, la red caciquil no fue estática ni cerrada desde el primer momento, sino que es posible concebirla como un conglomerado dinámico, que poco a poco parece ir consolidándose en el tejido socio-político hasta hacer poco menos que imposible su desmembración a manos de los gobernantes que quisieron intentarla. El «descuaje» de tan vilipendiados mecanismos vendría de fuera de sus límites, con la irrupción de formas políticas nuevas, y ni siquiera podemos estar seguros de que su desaparición se produjera hasta la Guerra Civil, o incluso más tarde.